Solo sus ovejas oyen su voz y el las conoce y le siguen.

Mas vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen; Y yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dió, mayor que todos es y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Juan 10:26-29

viernes, 7 de octubre de 2011

¿PUEDO PERDER MI SALVACIÓN?


Impactante testimonio sobre la salvación del alma

   Muchas son las cosas que los seres humanos necesitan hacer y son consideradas bien importantes por todos. Sin embargo al conocer el pensamiento de Dios y todo el contenido espiritual de la Biblia; descubrimos que lo más relevante y lo más importante es la salvación del alma.
Tan de suma importancia es, que todas las demás cosas pasan a segundo y tercer plano delante de Dios, como la salud, la educación, el bienestar personal, el trabajo, vivienda, logros personales, acumulación de riqueza, fama, éxito, etc. Todo llega a considerarse casi vano en comparación a la importancia tan grande que tiene la verdadera salvación.
Como el mismo Señor Jesús lo dijo:

“¿Qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”
“¿O qué recompensa dará el hombre por su alma”? Mr 8/36 – 37
Entendiendo entonces que es realmente algo muy serio y trascendental no debemos restarle su valor y su importancia, bajándole el perfil, como casi siempre se hace.

Pongamos mucha atención a esta impactante revelación.

En aquel tiempo me encontraba lejos de la iglesia. No oraba ni leía la Biblia, sólo me mantenía en la fe íntima de mi corazón, esperando que algún día algo ocurra que solucione mi problema espiritual.

Al final de ese período de años, estando aún sin retornar a la casa de mi Dios, tuvo ocasión esta tremenda experiencia que jamás olvidaré.

De momento aparecí en un lugar muy arriba en las alturas de los cielos; donde no se veía absolutamente nada. Sólo me encontraba yo dentro de algo en el inmenso espacio vacío. Estando ahí me vi como acostada sobre ese algo, cuando de repente eso se comenzó a mover, antes yo alcancé a sentir por unos segundos una comodidad y descanso tan grande estando así. Pero sin embargo, al instante todo comenzó a cambiar. Lentamente aquello que me sostenía se abría y mi cuerpo ya estaba sólo en el aire. Inmediatamente me preguntaba aterrorizada qué era lo que me estaba pasando y porqué estaba a esa gigantesca altura.

Instantáneamente se me contestó:
 -   Yo estaba adentro de la mano de Dios y ahora había sido echada o abandonada de su mano. Por cuanto yo estaba lejos del camino de Dios y no estaba haciendo su voluntad.

Me llené de miedo y de espanto y una gran tristeza se apoderó de mi alma y alcancé a ver cuando una poderosa mano blanca muy grande se abrió y yo comencé a caer al vacío. Esa mano poco a poco se fue alejando hasta desaparecer en el aire. Yo sólo sentía dolor y miedo, sabiendo que mi Dios me había abandonado y que ya no había más tiempo, porque al parecer era demasiado tarde para mí.
Entonces comprendí muchas cosas de orden espiritual que jamás las había imaginado. Mientras caía en el vacío, me arrepentía por no haber hecho algo siquiera por mi vida espiritual. Nunca lo intenté. Sabía que era justo lo que me estaba pasando. Seguía cayendo y de momento me vino un gran deseo de clamar a Dios, no sabiendo donde él se encontraría.

Clamé con todo mi corazón y con toda mi alma con voz fuerte y decidida, con todas mis fuerzas; “¡Dios ten misericordia de mí! ¡Dios ten misericordia de mí!” Y después seguía gritando: “Por favor, Dios, ayúdame, no me eches delante de tí, dame una segunda oportunidad, yo te obedeceré y te serviré”, “mi Dios, yo te amo, no me dejes por favor, ayúdame, perdóname, perdóname, perdóname. No me dejes ir adonde voy”. Con llanto y miedo miré hacia abajo adonde iba cayendo y vi como que iba llegando a la tierra. No sabía qué me iría a pasar, adónde me llevarían, pues ahora todo dependía de Dios. Sabía que yo ya no tenía derecho de decir nada. En ese instante supe que mi alma iba al infierno.
Ya faltaba muy poco para llegar. Vi unas cosas como arbustos, matas, no se podía distinguir. Y yo decía “si llego a caer sobre esas cosas oscuras algo terrible me iba a pasar. Pero justo en ese momento, quedé suspendida en el aire y no caí como yo lo esperaba. En mi corazón seguía pensando en Dios y le seguía clamando misericordia. No supe cómo fui llevada hacia el interior de ese lugar que era como una especie de caverna gigante oscura. Allí sólo vi tierra seca y unas pequeñas luces que avanzaban hacia una ladera. Supe que una de esas luces era un familiar y que estaba allí porque también estaba descarriado y era desobediente al Señor. Me dio pena y quise ir a sacarlo, pero no pude. La lucesita seguía avanzando más y más hacia adentro de ese lugar y yo también pensé que iba a estar allí. Estaba mirando todo eso cuando salí de allí instantáneamente y me encontré en mi casa al anochecer.

Le dí las gracias a mi Señor porque me había perdonado y me había dado la segunda oportunidad. Ahora todo iba a depender de mí. Inmediatamente no fui corriendo para una iglesia, pero al cabo de un tiempo, el Señor mi Redentor vino él mismo a revelarse a mi y a sacarme de la vida hostil que tenía y cambió todo mi ser de una manera maravillosa. Porque esta vez yo le obedecí y me convertí verdaderamente a él para siempre.

Ahora sé que aunque yo un día me había entregado y había servido al Señor, mi salvación la había perdido. Pero mi Señor Jesús me la devolvió. Por eso hoy le sirvo con responsabilidad sabiendo lo mucho que vale esa salvación que un día nuestro Redentor nos regaló. 
Y como él nos dice en Filipenses 2/12 “Ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” 
“Porque él quiere que todos los hombres sean salvos” 1 Timoteo 2/14. 
Y Hebreos 2/1 al 3 nos dice: “Por tanto es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos… 


¿Cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande?”
  
Toda la gloria sea para el Señor Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sus comentarios son bienvenidos, pero mantener moderación, este es un sitio Cristiano. Gracias